Ya tenemos la Orden SND/939/2022
¡Por fin! Ya tenemos la legislación que obliga a realizar la preparación extemporánea de radiofármacos, la elución de generadores y otros procedimientos cerrados en ambientes de grado A. ¡Por fin! Ya estamos equiparados a otros países que ya tenían esta normativa. ¡Por fin! Ya somos civilizados.
¡Enhorabuena a los premiados! Sí, pero también mi más sentido pésame a los futuros afectados: a los servicios de medicina nuclear que se quedarán sin radiofarmacia hospitalaria, optando por su externalización en centralizadas, a los pacientes que tendrán que desplazarse un poquito más de la cuenta para que les realicen estudios con células sanguíneas radiomarcadas y pruebas in vitro, y a los especialistas y técnicos superiores de radiofarmacia que se quedarán sin trabajo.
Quizás estoy exagerando un poco. Quizás esta normativa sea como otras muchas, papel mojado, una de esas normas que salen para ser saltadas a la torera. Pero ¿y si no? ¿y si esta ha de cumplirse a rajatabla? Bueno, pues entonces dentro de once meses todas las radiofarmacias hospitalarias cumplirán con la normativa, trabajarán en ambientes grado A y tendrán un especialista en radiofarmacia en la instalación durante todo el tiempo que esté abierta, duplicando así el número de puestos de trabajo de nuestra especialidad.
Tanto sarcasmo se debe a que esta es mi pataleta final y me doy el gusto de desahogarme ante lo que considero un despropósito. He utilizado el método científico y la argumentación razonada para demostrar que no es necesario un ambiente de grado A para la realización de los procedimientos cerrados que se llevan a cabo en las radiofarmacia hospitalarias. Todo ello ha quedado reflejado en un artículo y en una carta al director de revistas científicas indexadas. En el artículo se muestra el resultado de diversos experimentos y controles llevados a cabo durante varios años aplicando el método científico. Y en la carta al director se argumenta razonadamente. Por cierto, con respecto a dicho artículo, me llegó el comentario de un/una colega que afirma que los resultados que se muestran en los artículos científicos son los que los autores quieren que sean. No le puedo contestar al colega directamente puesto que tampoco me lo ha trasmitido a mí directamente. Así que lo hago aquí con una pregunta ¿cree el ladrón que todos son de su condición? Quiero recordarle que lo que se describe en un artículo científico debe ser veraz y reproducible. Así que si duda de su veracidad, no tiene más que intentar reproducirlo y contar si ha podido o no.
Gracias a los profesionales de diversas disciplinas (radiofarmacia, microbiología y medicina nuclear) que habéis trabajado conmigo estos años en el esfuerzo de demostrar científicamente algo que ya viene demostrado por su propia naturaleza y definición. En fin, los implicados en esos artículos durante los últimos años nos hemos sentido como el niño del cuento de “El traje nuevo del emperador”, solo que en este caso el final ha sido distinto y la moraleja … aún estoy intentando descubrirla. Mi consuelo es que por fin se ha acabado: la norma ya está publicada, alea jacta est.
No firmo esta carta abierta pero tampoco me escondo, por si a alguien le interesa soy el primer firmante de los mencionados artículos.
Saludos cordiales a todos los colegas que se molesten en leer esta carta abierta.